^^ Bienvenidos a mi página ^^

Esta página fue creada para mostrar algunos cuentos, reflexiones, poemas y dibujos que hice a lo largo de los años. Si tienen dudas o sugerencias, por favor escribanme a mi mail Solestelar@gmail.com e intentaré responder sus mensajes. Desde ya, gracias por visitar el blog ^^

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miércoles, 19 de noviembre de 2008

Foto e imagenes

Estoy practicando con Photoshop, y hasta ahora me salieron las imágenes que mostraré a continuación. Espero que les guste ^^

viernes, 14 de noviembre de 2008

La noche de brujas (Intento de guión de teatro)

Presentación de los personajes:
A continuación, les presentaremos a los personajes de esta historia y sus características.

Pirola: niña gordita, de cabellos enrulados y cortos. Lleva una pollera larga hasta el tobillo, de color lila. También lleva una blusa mangas largas, de color rosado oscuro. De calzado lleva alpargatas negras.
Sarapots: niño flaco, de cabellos negros. Lleva una remera blanca, championes y jeans al comienzo de la historia. Luego, se viste todo de negro y se pone una capa, así como Drácula.
Lucriss: niño rubio. Lleva una remera azul, championes y bermuda naranja al comienzo de la historia. Luego lleva una máscara de Frankestein y se viste todo de marrón. Pero en la escena de la plaza, se saca la máscara.
Mamá: mujer alta, flaca y de cabellos negros y enrulados. Lleva un vestido blanco de fiesta, y unos tacos bajos.
Hermana: flaca, de cabellos largos, negros y lacios. Lleva una túnica verde, un sombrero puntiagudo negro y un báculo de madera.
Muerte: mujer de cabellos negros. Su cara está pintada con una sustancia blanca, y sus labios con un colorete negro. Lleva un vestido blanco, largo hasta los tobillos y de mangas largas. Está descalza.
Vida: mujer de cabellos negros. Lleva una pollera blanca, que le llega hasta los tobillos. También lleva una remera sin mangas de color celeste, y tiene alas blancas.
Las personas de la fiesta, deben de ser la cantidad necesaria. Deben llevar puestos cualquier disfraz. Dos chicas pueden disfrazarse de brujas. Un chico de un fantasma. Otros dos del hombre lobo. Tres chicos pueden disfrazarse de hechiceros, y entre ellos, se encuentra la hermana. Uno o dos puede disfrazarse de un mago.
ADVERTENCIA: prohibido leer este dialogo si eres menor de 10 años, porque contiene partes que podrían asustar, muajajaja…

PRIMER ACTO.
ESCENA 1.
Se ve una sala de la casa de Sarapots. En la derecha hay dos sillones, y en la izquierda, una mesita redonda con teléfono. Sarapots se sienta en una silla, toma el tubo del teléfono, y empieza a discar. Luego, espera pacientemente a que le atiendan, mientras murmura una canción.
Sarapots: (Cantando)…entra en mi vida, te abro la puerta, siempre a tu lado… (Para de cantar)
Voz: ¿Hola?
Sarapots: Hola. ¿Está Lucriss?
Voz: si está. ¿De parte de quién?
Sarapots: (Con voz sarcástica) del fantasma de la ópera.
Voz: bueno fantasma de la ópera, te paso con él.
Sarapots vuelve a esperar, y canta otra canción.
Sarapots: (cantando) cada vez que te busco te vas, cada vez que te llamo no estás, es por eso que debo decir que tú solo en mis fotos estas… (Deja de cantar)
Voz: lo siento pero Lucriss acaba de salir a visitar a su amigo. ¿Quiere dejarle un mensaje?
Sarapots: no, gracias. Lo llamaré más tarde.
Cuelga el teléfono. De repente, se oye un timbre. Sarapots ve quien es, y aparece Lucriss en escena.
Lucriss: hola, Sarapots. ¿Cómo estás a solo un día de la noche de brujas?
Sarapots: estoy bien, y yo más bien diría una noche de la noche de brujas.
Lucriss: hay que poner desconcordancia en la vida, chamigo. Todos comentan sobre la noche de brujas, y la fiesta que habrá en la plaza. ¿Te iras?
Sarapots: aún no lo se. Además, prohíben a los niños menores de 13 años a que vayan a la fiesta. ¡Eso no es justo!
Lucriss: bueno, nosotros podremos disfrazarnos de niños de 13 años, y nadie se dará cuenta. Muchos niños de 13 años tienen nuestro tamaño.
Sarapots: es que nosotros somos los más altos del pueblo, pero aún así, igual nomás las chicas son más altas que nosotros.
Lucriss: eso cambiará en la adolescencia. Bueno, ¿Vamos o no a la fiesta?
Sarapots: bueno, está bien. Pero por las dudas, llevemos algo que nos haga parecer niños de trece años.
Lucriss: no te preocupes, que tengo un gran plan, que debe funcionar.
Los dos niños se visten, pero antes, usan una especie de botas con plataforma, que encontraron por ahí. Se ponen pantalones muy largos, para que tapen esas botas, y ya se visten con los monstruos que eligieron vestirse. Sarapots se vistió de Drácula, y Lucriss se vistió de Frankestein.
Sarapots: ¿Qué es lo primero que haremos con estos disfraces?
Lucriss: ¡Vamos a asustar a Pirola! Es mi vecina, y he oído que odia la noche de brujas, porque le asustan los monstruos.
Sarapots: bueno, pues entonces, le haremos una visita muy agradable.
Los dos salen de la escena, y se apagan las luces.
FIN DE LA ESCENA 1.

ESCENA 2
Se ve el frente de una casa, con dos faroles en sus costados. Sarapots y Lucriss llegan hasta la puerta, y tocan el timbre, que está al costado de la puerta.
Contesta una voz en un aparato.
Voz: ¿Quién es?
Sarapots: somos amigos de Pirola. Queremos que ella nos atienda, ya que le mostraremos algo.
Voz: enseguida, amigos de Pirola.
Esperan un momento, hasta que aparece Pirola, que abre la puerta.
Pirola: AAAAAAAAAAAAAH! ¡MONSTRUOS!
Sarapots: (Con voz sarcástica) hemos venido por ti, Pirola.
Pirola ¡MAMAAAAA! (Y cierra la puerta)
Sarapots y Lucriss corren lo más rápido que pueden, mientras que ríen sin parar.
FIN DE LA ESCENA 2.

ESCENA 3.
El escenario está a oscuras. Solo están Pirola y su madre, iluminadas por una sola luz. Pirola está llorando, y su madre la consuela.
Mamá: tranquila, querida. Eran solo unos chicos que te hicieron una broma.
Pirola: (llorando) apuesto a que eran Sarapots y Lucriss. Ellos viven la vida hinchándome. Creen que es divertido molestarme, pero yo no lo veo así.
Mamá: no te preocupes, Pirola. Algún día, ellos tendrán su merecido. Estoy segura. Ahora, tengo que ir a la fiesta de la noche de brujas, tu hermana estará ahí, disfrazada de bruja.
Pirola: suerte que tengo 10 años, ya que la fiesta es solo para mayores de 13 años. Odio la noche de brujas, desde que vi un fantasma en un cementerio en esta misma noche.
Mamá: (con voz cansada) querida, eso fue hace 5 años. Sé que te habías perdido, pero no existen los fantasmas. A lo mejor fue solo algún trapo viejo, que volaba con el viento.
Pirola: ¡Pero hacía mucho ruido! ¡Así! (Hace ruidos como uuuuuuuh)
Mamá: a lo mejor era solo el viento. Bueno, no importa, me tengo que ir, que tu hermana se impacienta.
Pirola: está bien, pero por las dudas, pondré unas trampas para monstruos de la noche de brujas.
Mamá: está bien, pero no hagas líos.
Pirola pone trampas por todo el escenario. Puso redes, cuerdas, trampa para conejos, y lo más importante, activó la alarma, así sabría si entró un intruso en su casa. Aparece en escena la hermana de Pirola, que está vestida de una hechicera.
Hermana: vamonos, mamá.
Mamá: chau Pirola, nos veremos después.
Pirola: chau (las abraza)
La mamá y la hermana se van, mientras Pirola se despide con la mano.
Se cierra el telón.
FIN DE LA 3° ESCENA Y DEL 1° ACTO.

SEGUNDO ACTO.
ESCENA 1
Se ve un montón de personas. Algunas están disfrazadas de monstruos, otras de brujas o de alguna hechicera y otros se disfrazaron de algún mago de algún cuento. Todos bailan con una música de disco.
En un costado, se le ven a Sarapots y Lucriss, que están viendo la fiesta.
Sarapots: esto está buenísimo. Suerte que nadie se dio cuenta.
Lucriss: tienes razón. Esta será la mejor noche que tendremos.
De repente, la música para. Las luces se apagan, y solo se oyen gritos. Vuelven a prenderse las luces, y aparece en escena la muerte. Está vestida de blanco, y tiene la cara totalmente blanca y con los labios pintados de negro.
Muerte: soy la muerte que tanto temen.
Entonces, todos la aplauden. Algunos hasta le silban o la elogian.
Lucriss: esa chica sí que eligió un buen disfraz
Sarapots: (con voz temblorosa) bueno, podría ser ¿No? Por un momento, creí ver un fantasma.
La muerte mira a todos. Lanza un chillido, que se asemeja al aullido de un lobo. Todos se callan.
La mujer da vueltas y vueltas. Primero despacio, y luego, con más velocidad. Hasta que el escenario vuelve a estar a oscuras. Cuando se prende las luces, ya no se encuentra.
Todos empiezan a hablar entre sí. Sarapots y Lucriss deciden salir del lugar. Aunque no querían admitirlo, realmente sintieron mucho miedo, y más cuando se apagaron las luces.
FIN DE LA ESCENA 1.

ESCENA 2.
Pirola se encuentra sentada en un sofá. Un reflector la ilumina. Lleva en su mano un rosario, para así sentirse más protegida.
Pirola: (en un susurro) por favor, diosito mío, protégeme de los fantasmas y de los monstruos, que no se acerquen a mi casa ni me ataquen. Todos me dicen que no existen, pero yo creo que sí. Por favor, diosito mío, protégeme.
De repente, oye un aullido de un lobo. Pirola se levanta de su sofá a toda velocidad.
Pirola: ¿Qué fue eso? ¿Acaso el hombre lobo? Ojalá que solo haya sido mi imaginación. No quiero tener que sufrir toda mi vida atacada por fantasmas y monstruos. ¿Por qué me tiene que pasar siempre esto? ¡Por favor, dios mío! ¡Protégeme de todo esto! (se arrodilla, como pidiendo a alguien invisible un favor)
Ruido: más aullidos
Pirola lanza un grito. Se levanta y empieza a correr, pidiendo auxilio. Primero da cinco vueltas alrededor del salón, luego, sale de la escena.
Se apagan las luces, y se vuelven a prender. El escenario está vacío, y aparece de nuevo Pirola, corriendo.
Pirola: ¡Auxilio! (grita con desesperación)
Aparece en escena la misma mujer que estaba en la fiesta. Pirola la mira, totalmente asustada. Luego, no pudiendo aguantar más, se desmaya.
Se apagan las luces.
FIN DE LA ESCENA 2.

ESCENA 3.
Se ven unos árboles, y un banco. Aparece de detrás de un árbol Sarapots. Mira por todas partes, vigilando a que no haya peligro. Luego, respira aliviado, y se sienta en el banco.
Del otro árbol, sale Lucriss. También mira por los costados. Luego, respira aliviado y se sienta al lado de Sarapots.
Lucriss: ¡Qué mala pata! No puedo creer que nos hayamos perdido.
Sarapots: conste que solo estamos en un pueblo. A lo mejor, es de noche, y no hay mucha iluminación.
Lucriss: mis padres de seguro preguntarán por mí. Ellos creen que estoy en tu casa.
Sarapots: mis padres creen que me fui en la casa de algún amigo.
Lucriss: ojala que ahora ya no pase nada raro.
Oyen un grito. Los dos se abrazan. Luego, se miran, y se sueltan de nuevo. Pero otra vez se abrazan, porque oyeron de nuevo el grito. Cuando termina, Sarapots se levanta.
Sarapots: ¡Reconozco ese grito! Es Pirola.
Lucriss: ¿Pero qué hará ella cerca de aquí?
Sarapots: a lo mejor, le pasó algo grave. Vayamos a ver lo que pasó.
Lucriss: (con una voz de fastidio) bueno, está bien. De seguro se asustó porque solo vio una persona disfrazada de monstruo.
Se meten de nuevo entre los árboles, a medida que el telón va bajando.
FIN DE LA ESCENA 3 Y DEL SEGUNDO ACTO.

TERCER ACTO.
ESCENA 1.
Pirola está en el suelo, desmayada. La mujer está parada, al lado de ella. Algunas veces da vueltas alrededor de Pirola, mientras hace sonidos raros.
Aparecen en escena Sarapots y Lucriss. Los dos miran a la mujer, y luego, miran a Pirola.
Sarapots: ¡Es la misma mujer que estaba en la fiesta!
Lucriss: algo le hizo a Pirola. No la veo muy bien.
Empiezan a acercarse con cautela. Entonces, la mujer se pone entre los chicos y Pirola.
Muerte: su alma me pertenece.
Lucriss: ¿Quién demonios eres?
Muerte: soy la muerte que tanto temen.
Sarapots: ¿Por qué quieres tener su alma?
Muerte: está destinada a morir hace como cinco años. La encontré en el cementerio. Quería su alma, porque era delicada y hermosa.
Lucriss: se nota que nunca has visto muchas mujeres. ¿Pirola, hermosa? ¿En qué? Hay chicas más hermosas en otros pueblos. Ve a buscarlas en otra parte.
La mujer lanza un fuerte chillido, que aterroriza a los niños.
Muerte: (con voz de bruja) ¡Tontos! No me refiero a su belleza física. Me refiero a su alma. Su alma es muy hermosa, y no hay esas clases de almas hoy en día.
Sarapots: aún así, no tienes derecho a llevarla en contra de su voluntad. Sé que eres la muerte, y todo eso. Pero... ¿No te parece que aún es muy joven para morir? No permitiré que te la lleves.
Muerte: (riéndose a carcajadas) ¿Acaso crees que un niño como tú podrá detenerme? Puedo sacarles sus almas fácilmente, sin que ustedes se den cuenta.
Lucriss: aún así, no permitiremos que te lleves a Pirola.
Sarapots: así que vete de aquí, si no quieres que te castiguemos.
Mujer: (vuelve a reír, pero con más fuerzas) está bien, traten de detenerme. Pero les costará su vida si lo hacen.
Sarapots y Lucriss la empujan, pero ella los agarra por los cuellos, haciendo que no pudieran moverse.
Muerte: ya perdieron movilidad. Ahora, perderán su vida.
En ese momento, Pirola se levanta lentamente. Ve cómo la mujer trata de sacarles el alma a Sarapots y Lucriss. Entonces, ella agarra su cruz, y con toda su fuerza, clava la espalda de la mujer.
La mujer da un grito, y suelta a los chicos. Luego, cae en el suelo. Los tres se acercan a la mujer, que en ese momento, da gemidos de dolor.
Sarapots: eso te pasa por querer ser mala
Lucriss: ¿Será que morirá?
Pirola: es la muerte. La muerte nunca acaba.
Aparece otra mujer en escena. Está con un vestido celeste y blanco, y tiene alas blancas. Se acerca a la mujer, y le toca la cabeza. La mujer, entonces, se queda quieta.
Sarapots: ¿Quién eres?
Vida: soy la vida. Soy yo la que decido qué pasa con las almas cuando tengan que dejar este mundo.
Lucriss: ¿Y qué hace la muerte?
Vida: solo lleva las almas que yo pido que las lleve. Pero no se preocupen, no quise llevarme el alma de esta niña (mira a Pirola y la sonríe) debemos irnos de aquí, antes de que ella despierte.
Los cuatro salen de ahí.
FIN DE LA ESCENA 1.

ESCENA 2.
Están sentadas en unas sillas la muerte y la vida. Las dos se miran por largo rato, y luego, empiezan a hablar.
Muerte: disculpa. Solo quería el alma de esa niña
Vida: te dije miles de veces que yo elijo qué almas debes tomar. ¿Por qué querías tanto su alma?
Muerte: todo comenzó cuando ella tenía solo cinco años. Ella se perdió en un cementerio, y yo estaba ahí, mirando los cadáveres. Ella me vio, y me di cuenta de que era alguien especial. Ningún humano puede verme, al menos que yo quiera. Pero ella logró verme. Me di cuenta de que ella tenía un alma muy especial. Esperé todos estos años para obtener su alma, hasta que casi lo consigo.
Vida: hiciste muy mal. Casi te despedazas, cuando ella te clavó con su cruz. Eso fue un aviso de que yo soy la que decido si llevabas su alma o no. Así que por favor, no vuelvas a hacer más esto.
Muerte: (haciendo una reverencia) nunca más haré algo fuera de lugar, Vida.
Las dos salen de la escena.
FIN DE LA ESCENA 2.

ESCENA 3.
Sarapots y Lucriss están en la casa de Pirola. En el escenario se puede ver una sala, con sillones, una mesa en donde hay flores y un reloj. Los tres están sentados en los sillones, totalmente callados. Luego, Pirola se atreve a hablar.
Pirola: nunca pensé que arriesgarían su vida por mí.
Sarapots: (un poco avergonzado) haríamos con cualquier persona. Ahora entendemos el porqué tienes miedo a los fantasmas.
Lucriss: bueno, la verdad, aún no entendemos el porqué quería matarte la muerte.
Pirola: hasta yo estoy confundida.
Vuelven a estar en silencio. Luego, Sarapots vuelve a hablar
Sarapots: te pedimos disculpas por haberte asustado momentos antes.
Lucriss: bueno, pero estuvo diverti... (Se interrumpe, al ver que Sarapots lo mira), eh, bueno, sí, te pedimos disculpas.
Pirola: yo les doy las gracias por haberme salvado la vida. La verdad, si no estuvieran en ese lugar a punto de morir, yo no la habría atacado.
Lucriss: al menos, fuiste rápida. Porque yo suelo ver que eres bastante lenta para ciertas cosas.
Pirola se levanta y le da un puñetazo. Sarapots trata de interponerse entre los dos, pero no puede. Hasta que por fin logra detenerlos.
Sarapots: (A Pirola) yo te agradezco por habernos salvado a los dos.
Pirola: no fue nada.
Se toman de las manos y hacen una ronda. Empiezan a dar vueltas, mientras que suena una música de fondo. Se acercan los otros personajes, y también forman una ronda alrededor de Sarapots y Lucriss.
FIN DE LA ESCENA 3 Y DEL TERCER ACTO.

FIN DEL TEATRO.

viernes, 17 de octubre de 2008

El final (reescripción)

HOLA!!! ESTE CUENTO YA LO POSTEE ANTES, PERO LO HE CORREGIDO Y AHORA LO VUELVO A PUBLICAR... ¡¡¡Y GANÉ UN PREMIO CON ESTO!!! O SEA, PARTICIPÉ EN UN CONCURSO DE CUENTOS, JEJEJJEE :P
AQUÍ ESTÁ EL QUE QUIERA LEERLO ^^

Cuando despertó, se encontró atado a una silla y dentro de una habitación oscura. Lo último que recordaba era que lo habían atacado por detrás, caminando por el callejón que servia de atajo para llegar a su casa.
No sabía porqué lo habían secuestrado. No tenía padres millonarios, tampoco era diputado o senador. Su familia era humilde, apenas podían solventar sus estudios en la facultad. Y hasta lo que sabía, no tenía enemigos ni nada por el estilo. Pero sabía bien que había un motivo justificable para que lo hubiesen raptado.
Minutos después de despertar, una puerta se abrió. Entraron dos hombres que, por algún extraño motivo, venían a cara descubierta. De todas maneras, pensó, no hacía falta, dado que la pieza estaba tan oscura, que no podía ver las facciones de sus rostros.
- ¿Quiénes son? ¿Por qué me secuestraron?- preguntó el joven.
Pero los sujetos ignoraron sus preguntas.
Lo desamarraron y, tomándolo por los brazos, lo llevaron al otro extremo de la pieza. Uno de ellos, entonces, extendió la mano y esperó. Una especie de rayo láser recorrió su palma y dorso de la mano, como leyendo todas sus huellas digitales. Luego de lo cual, una puerta corrediza se abrió y una luz intensa no le dejo adivinar que se trataba de un corredor. La repentina iluminación golpeaba sus ojos y al principio, le costó adaptarse a la luz que tenía el pasillo por donde iban. Se fue acostumbrando rápidamente. Con temor a lo que pudieran hacerle, fue lo bastante valiente para mirar de reojo a los dos sujetos que lo llevaban casi a rastras. Así descubrió, perturbado, que los dos eran increíblemente idénticos, más idénticos que dos gemelos juntos. Los dos tenían el pelo oscuro, peinados de idéntica manera, sin un pelo de diferencia y, aunque solo los miró de reojo, pudo ver también que tenían el mismo rostro. Dos gotas de agua, pensó trastornado.
Luego de cinco minutos de caminata en silencio, llegaron hasta una puerta de color dorado. Apenas estuvieron a dos metros de la puerta, ésta se abrió bruscamente y entraron a un lugar que el joven no creía que existiese en realidad. Era un gran salón, muy parecido a… bunker cibernético…celda dorada…cuarta dimensión…o algo similar a lo que mostraban en películas de agentes secretos o bases secretas.
Todos los que trabajaban ahí eran totalmente idénticos a los sujetos que lo sujetaban firmemente. Trabajaban serios, en silencio, coordinadamente. Estaban tan concentrados en sus trabajos, que pareciera que no conocían otra cosa más.
- Pero… ¿Qué demonios es este lugar?- se preguntó en voz alta.
- Es la creación de un nuevo mundo que aparecerá al final de los tiempos- dijo una voz femenina y grave a sus espaldas.
Se dio vuelta y observó a la que le había contestado a la pregunta.
Era una mujer asombrosamente bella, cuerpo perfecto y mirada penetrante, pensó para sí. Estaba vestida de rojo, la falda le llegaba hasta la mitad de las piernas.
Aún abrumado por la belleza de la mujer, los sujetos que lo llevaron hasta ese lugar lo empujaron al piso y se marcharon.
- Perdona los modales de mis muchachos- dijo la mujer, mientras lo ayudaba a levantarse.
- Hay tantas cosas que deseo preguntarle- respondió el joven, levantándose con premura.
La mujer empezó a caminar. El joven la siguió. Y mientras pasaban por las extravagantes computadoras, robots, máquinas, hologramas y varias cosas que jamás soñó que existieran, la mujer empezó a narrarle la más extraña historia que hubiera escuchado en su vida.
Empezó contando que, de pequeña, siempre había sentido temor con la idea de que el mundo se acabaría. Nunca quiso aceptarlo y siempre decía que, de grande, crearía otro mundo para salvar a la humanidad.
Ya desde pequeña, se sabía extremadamente hermosa y extrañamente superdotada.
- A los doce años me admitieron en la universidad, comentó, adivinándose un dejo de nostalgia en el tono de su voz, que hasta el momento se había mantenido neutro. - con el ingreso a la universidad, inicié el proyecto de mi vida. Al principio, varios me siguieron porque creyeron que solo eran juegos de una niña superdotada pero inocente. Sin embargo, al analizar mis proyectos, se asustaron y, poco a poco se fueron alejando. En ese momento le pareció percibir rabia en las palabras de la hermosa muchacha.
-Pasó el tiempo, continuaba contando con su voz neutra, hasta que un día, logré crear un androide. Lo hice uniendo varias partes robóticas de antiguos ordenadores, agregué parte de mi ADN, y algunos instrumentos mas, fue fácil, agregó. Llegué a crear hasta a mis propios amigos…
-Poco a poco armé un laboratorio en mi habitación, en donde experimentaba con todos los elementos de la naturaleza para crear a mis propios seres vivos. Pero todos fueron inventos inútiles, por lo que solo pude crear androides orgánicos, que estaban hechos con circuitos para poder moverse y hablar.
- A pesar de todas las imperfecciones, logré llegar muy lejos. Tengo el ADN de varias plantas y animales. Así que, cuando el final, que es inexorable, llegue, podré poblar el planeta. Además, en el caso de que falte el agua y oxígeno, logré crear unas bacterias que, en resumen, pueden expulsar el oxígeno y volver a poblar el planeta con vida. En este momento su voz sonaba animada, casi alegre.
-Con todo esto, pienso prepararme para el final de los tiempos que muy pronto se acerca… terminó diciendo y su voz se apagó, dando paso a un angustioso silencio.
Mientras ella contaba su extraña historia, el muchacho seguía sin entender nada de lo que pasaba. Lo único que quería saber era porqué lo habían secuestrado.
- Aún no me dijiste qué hago aquí- le dijo, al fin el muchacho, y parecería que el silencio se rompía en mil pedazos, haciendo que la mujer despertará de un ensueño eterno.
- ¡Perdón! Lo había olvidado- dijo la mujer, dándose un pequeño golpe en la frente- seguro que conoces la historia de “Adán y Eva”, ¿No?
- Sí, la conozco muy bien.
- Bueno, tú serás Adán y yo seré Eva para cuando pueble este mundo, después del final.
- Pero… ¿Por qué yo?
- La verdad, me costó mucho encontrar a un hombre que valiera la pena. Te conocí en la calle. Digamos que fue…amor a primera vista. Titubeó, sonrojándose.
- Lo que hice fue seguirte, sacarte fotos y averiguar todo sobre ti. Continuó recuperando su aplomo y habitual tono de voz. A simple vista me di cuenta de que eres todo lo que quiero: un hombre fuerte, buen mozo, de un buen corazón, sin grandes ambiciones y muy trabajador. Siempre quise hablar contigo, pero no encontraba la manera de lograrlo.
- ¿Y creíste que con un secuestro bastaría?- dijo el muchacho, sin dar crédito a las palabras de la mujer y con un tono irritado agregó- por si no te has dado cuenta, tengo mi familia y mis amigos. De seguro están muy preocupados por mi desaparición.
- ¿Cómo puedes estar seguro de eso? ¿Qué tal si, contrariamente a lo que deseas, ellos están felices con tu desaparición? Y su voz sonaba a burla y sarcasmo. Por lo que sé, le cuestas bastantes sacrificios a tu familia…
- ¡Solo lo sé y punto!, la espetó furioso. Mira, eres hermosa e inteligente, la mujer perfecta para cualquier hombre de este mundo que no sé si se acabará o no. Pero yo no soy tu Adán. ¿Lo entiendes?
La mujer no dijo nada. Solo lo observó con una mirada de indiferencia.
- Ahora, si me disculpas, volveré a mi casa- dijo el muchacho, mientras se dirigía decidido hacia la única puerta que tenía el lugar.
Pero antes de dar tres pasos, varios androides lo rodearon, sin darle posibilidades de poder escapar.
- ¿Acaso no tienes idea de lo que me costó encontrarte?- le dijo la mujer, sin alterarse- ¿Crees que podrás marcharte así nomás? Pues para tu información, estamos en lo más profundo de la tierra, lejos de lo que llamas familia y amigos. Así que serás mi Adán por las buenas… ¡o por las malas!
El joven trató de huir, pero los androides lo prendieron y lo metieron en una cápsula gigante. Le pusieron un casco y le ataron las muñecas para que no pudiese escapar.
- ¿P… pero qué es esto?- dijo el joven, que no podía ver nada.
- Te llevaré a un mundo virtual, en donde nos refugiaremos de la gran destrucción- explicó la mujer- los robots y los androides destruirán este mundo viciado, lo habitarán y se abrirá la verdadera era cibernética, donde la raza humana se acabará. Perdona por mentirte en algunas partes de mi historia, pero quería conmoverte de alguna manera.
Antes de que el joven dijese algo más, sintió que era succionado a través de un largo tubo. Unas imágenes aparecieron en su mente: los recuerdos más olvidados de su infancia y adolescencia. Y mientras estaba con esos recuerdos, se durmió profundamente.
Cuando abrió los ojos, se encontró en su habitación.
- Esto fue… ¿un sueño?- murmuró el joven, sin poder creerlo.
Observó el lugar y llegó a la conclusión de que todo lo que vivió aquel día fue un sueño.
Respiró aliviado, mientras se levantaba de su cama y empezaba a vestirse.
Lo que acababa de soñar le produjo un cierto temor, aunque también un alivio por haber terminado. Hasta llegó a pensar que dejaría de ver películas de ciencia ficción por un buen tiempo.
Salió de su habitación y se dirigió a la cocina, en donde encontró a su mamá haciendo el desayuno.
- Hola mamá, dijo aliviado y abrazándola añadió, hoy es el examen de ingreso.
Su mamá sonrió bondadosamente como siempre y dijo:
- Espero que logres ingresar a la facultad.
El muchacho, luego de reflexionar, dijo:
- Tuve un sueño muy extraño. Soñé que me secuestraban y que el mundo se iba a destruir. Fue tan real…
La madre se rió de buena gana, pero había algo extraño en esa risa… Luego, con una mirada misteriosa, le dijo:
- ¿Pero qué dices? ¡El mundo no se va a destruir! Al contrario, ya se destruyó desde que tu alma llegó a este mundo virtual…

sábado, 20 de septiembre de 2008

Nuevos dibujos

En estos últimos días, he tenido las energías de volver a dibujar. A continuación, les mostraré mis nuevos dibujos. Espero que les guste^^

Minihistorieta para compartir con todos^^

Estoy practicando para hacer historietas. Por el momento, haré historias cortas porque es más complicado de lo que creía. Espero que les guste esta historieta^^








miércoles, 17 de septiembre de 2008

Sufrimiento y placer

Él saludaba. Yo contestaba. No sabría decir bien cómo hemos logrado un acuerdo, siendo de dos mundos diferentes… dos bandos que eternamente se enfrentan entre sí.
Aquella noche de luna llena, bajo el muérdago de nuestros pesares, el pacto que nos hemos propuesto fue llevado a cabo. Tuvimos placer, a la par que sufrimos. Siempre se habla del sufrimiento como se habla del placer… y más aún cuando ya nos dominan.
Aquella noche, nos dejamos llevar por el placer. Me sorprendió la forma en que invadía todo mi ser, como una sensación nueva al cual había olvidado.
Con las manos en las rodillas, a causa de la presión contra mis nalgas, contra las plantas de mis pies… sus manos iban presionando mis rodillas, mientras me preguntaba qué es lo que presionaba contra las nalgas, contra las plantas de los pies. ¿Será el suelo al cual estábamos apoyados? ¿O la sensación de que teníamos que afrontar el reciente pecado? Sé que tenía los ojos abiertos, a causa de las lágrimas que de ellos manaban sin cesar. ¿Será por el dolor?
Él, al ver mis lágrimas, trató de limpiarlas con sus labios, de consolarme y de decirme que nada iba a pasar. No era eso la causa de mis lágrimas. Sabía que tenía miedo, pero no era eso la causa de mi llanto.
Temía que eso terminara, porque todo aquello que hacemos o vemos siempre tiene un fin. Él lo comprendió, dado que sentía lo mismo. Por lo que, aquella noche, decidimos sentir lo mejor que podíamos, no pensar en el futuro, solo disfrutar el presente. Uniendo aquel sufrimiento en uno, mezclarlo con el placer, por más diferentes que sean el uno con el otro. Pero también aprendimos que, aunque les entreguemos cada vez un alma y un cuerpo modificados por la vida, nunca conoceremos del sufrimiento y del placer en todo su esplendor.
Y así como él y yo somos de dos bandos diferentes, lo son también el sufrimiento y el placer. Pero de algo estoy segura, desde el momento en que se llevó a cabo el pacto: aquel ser que se formó del placer y sufrimiento, del que no sé nada en estos momentos, unirá, de alguna u otra forma, los dos mundos al que pertenecemos, se acabarán las diferencias y el amor renacerá de sus cenizas.
Al menos, eso espero obtener luego de tanta tristeza y desesperación.

sábado, 13 de septiembre de 2008

Cuentito de la naranja orgullosa

“La naranja se pasea
Por la sala y el comedor.
No la maten con cuchillo,
Mátenla con tenedor…”

Naranja, naranjín, que piensa que tiene admiradores por doquier. Rueda, rueda sin parar, con su sonido silencioso de fruta sin igual. Se cree la reina de las frutas, porque cada dos por tres escucha: “¡Me encantan las naranjas!”. Con su ego por las nubes y su alta soberanía, rueda por la sala cantando sin cesar: “Envídienme frutas, que muchos las despreciarán. Mientras que a mí me prefieren todos los chicos por igual”
Naranjín, naranjón, que no sabe lo que pasará, si se posa en mano humana que dice gustarla más. Pobre de su ignorancia, que adquirió al nacer. No sabe que al final, fruta exprimida se convertirá.

viernes, 5 de septiembre de 2008

Efectos del photoshop

Imaginense todo lo que se puede lograr con programas como corel o photoshop. ¡Es increíble la cantidad de efectos que poseen esa clase de programas de imágenes! Para que sepan de qué estoy hablando, a continuación mostraré algunos dibujos y fotos mías que logré gracias a programas como esos ^^



viernes, 29 de agosto de 2008

Soledad en camino


La calle estaba solitaria
cuando pasé ahí aquella vez.
Solo me acompañaba mi sombra
y nada más que mi sombra.
La desesperación me invadía,
no sabía qué demonios hacer.
Solo caminaba lentamente
lamentando lo que perdí.
Lo único que deseaba
era el consuelo de la soledad,
traspasar el umbral de mis deseos
y así poder descanzar en paz.
Mis lágrimas caían lentamente
sin retenerlas a tiempo.
No sabía de qué servía llorar
si así no lograría nada.
El camino se hacía extenso
a cada paso que daba.
Me parecía que seguiría andando
por la calle solitaria
sin saber adónde iba
y haciendo pasar el tiempo...
transpasando la eternidad.
Solo lloraba y caminaba,
y mi sombra me imitaba.
Quería olvidar las penas,
arranzar esa tristeza que
sentía en el alma.
El aire que respiraba
en aquellos duros momentos,
se hacía cada vez más denso
a cada paso que daba.
Era la señal de que algo
se estaba a punto de acercar.
La soledad iba en camino
para hacerme una grata compañía.
Así disfrutaría un rato
de la absoluta soledad
en esa solitaria calle
en donde mis pasos acababa de dar.
La soledad venía en camino
para mis lágrimas secar,
y aunque esto duela en el alma
la realidad debo aceptar.
Aquello que he perdido
difícilmente podré recuperar.
Pasarán años, siglos
y una media eternidad
para que por fín encuentre
aquello que me dio vida
y me indicó el camino correcto
de la verdadera felicidad.
Aún guardo las esperanzas
de lograr lo que quiero,
mientras ese solitario camino
no me atrape en la oscuridad
y me muestre la hermosa luz
de alegría, esperanza y libertad.

lunes, 4 de agosto de 2008

Dibujo de un retrato

Luego de mucho tiempo, volví a dibujar un rostro. Éste es de una chica que demuestra sorpresa. Espero que les guste ;)


martes, 29 de julio de 2008

Memoria perdida

¿Dónde estoy? ¿Qué hago aquí? No recuerdo nada de lo que pasó antes, solo recuerdo que abrí los ojos y me encontré en este lugar. Recuerdo solo lo que pasó después de eso. Me da la impresión de que debo hacer algo, pero no lo recuerdo. ¿Por qué no puedo recordarlo? La verdad, no se siquiera quien soy yo en realidad. He perdido la memoria. Lo único que me queda es seguir viviendo, porque sé que en algún momento de mi vida, recuperaré mi memoria y podré hacer por fin lo que tendría que hacer.
Pero... puede ser que lo recupere cuando haya echo todo lo que tenía que hacer.

lunes, 21 de julio de 2008

Nuevos dibujos hechos a superfino marrón.

A continuación, les presentaré mis nuevos dibujos. El primero se llama "En espera de algo" y el segundo "Acechando al enemigo" Espero que les guste ;)





viernes, 18 de julio de 2008

Rencor de amor

Mo me basta tu perdón para seguir amándote. quisiera algo más que un ramo de flores, o una carta de reconciliación. nada de lo que hagas cambiará mi visión acerca de esta cruel humillación. Por más que supliques mil veces, o te arrodilles ante mí, mi corazón estará cerrado ante cualquier otra forma de amor.
Dicen que hay que perdonar, pero... ¿Es ingrata aquella persona que, al decirlo, es el que menos perdona? Tú, hombre de los mil demonios, que no eres capaz de perdonar ni a tu madre, ¿esperas que alguien como yo te perdone por tu gran falta de consideración?
Necesitas algo más que un ramo de flores, o unos poemas de amor para que te desee de nuevo. Hagas lo que hagas, todos tus intentos serán en vano, dado que ya no siento nada por tí. Ni aunque me salves de un peligro, o ayudes a mis seres queridos, no te daré ninguna muestra de afecto, mas sí una fría gratitud.
Y ahora que has escuchado mis condiciones, ve y busca a otra a quien puedas engañar. lo único que quiero es que te pase algo peor con otra persona, porque te lo mereces y mereces mucho más mal de lo que tú mismo eres capaz de crear.
Y así como conocí el amor al verte, también conocí el odio al dejarte. Dicen que después del odio viene el amor. Pero no siempre es cierto lo que dicen los demás, en este caso, el odio que siento hacia tí es producto del amor que, con tu gravísima falta, fue disminuyendo de intensidad hasta desaparecer por completo.
Te devuelvo tus cartas, tus flores y tu falso perdón. Todos están intactos, así que puedes usarlos con otra más crédula que yo.
Y ahora que ya dije lo mucho que te odio, te pido que te alejes de mi vida y no vuelvas nunca más y olvidate de mí, que yo ya me olvidé de tí.

Otro dibujo mío

A continuación, les mostraré un nuevo dibujo que hice a lápiz. Espero que les guste ;)


lunes, 7 de julio de 2008

Carta a una madre

Últimamente siento que algo falta en mi vida. Desde que te fuiste a mi lado, no estoy segura de casi nada.

Aún tengo a mi padre, a mi hermana y a todos mis parientes, así como a mis amigos y compañeros del colegio. Pero aún así, algo me falta.

Me faltas tú, que te has ido a otro lugar. ¿Por qué tuvo que ocurrir esto? ¿Qué fue lo que realmente pasó? Hay cosas que aún no entiendo y, en el fondo de mi corazón, todavía espero tu llegada.

La vida ya no será la misma sin tu presencia. Sé que solemos pelearnos o no nos poníamos de acuerdo en algo. Pero eso pasa en todo tipo de relación. Las mejores familias se pelean. Aún así me pregunto… ¿Por qué te has ido, sin esperar a que te pida perdón? Aún hay muchas cosas por hacer, mucho por ver y vivir.

Dios querrá que esté lejos de ti, por eso pasó lo que pasó. Aún así, no sé si podré hacerlo esto sin ti. Todos te extrañan y nunca piensan olvidarte.

¿Te acuerdas de los momentos que pasamos juntas? Ahora solo trato de recordar los buenos momentos, porque también tuvimos malos momentos. Siempre te leí mis escritos y fuiste la primera en apoyarme en mis sueños. Justo cuando estuve a punto de publicar un libro, te has ido. Sé que desearías gustosa estar en mi presentación, pero ahora… solo estarás viendo desde el lugar en donde estás.

Y siempre me llevabas a tantos lugares, en donde aprendí muchas cosas y maduré en todas las formas que ni te imaginas. Y también siempre me aconsejabas, como madre que eres. Y tantas veces, de tanto escuchar lo mismo, miraba a otro lado o no te hacía caso.

Si estuvieras aquí, harías algo por mis resfríos o mis gripes, así como también sabrías exactamente qué remedios tomar. Claro que nunca me gustaron los remedios ni nada que fuese inyecciones o vacunas. Pero siempre los aceptaba porque, con el tiempo, “me haría bien”.

Y también, madre mía… en aquellos tiempos que me llevabas a misa, o me hablabas de extraterrestres o mostrabas fotos con “seres raros”. Siempre has sido muy católica, pero también tenías otras ideas de otras creencias que las aceptabas fácilmente. De ti aprendí a no centrarme en una sola cosa, sino a tener la mente abierta, aunque al final yo te lo hacía recordar.

Hace días no escribo. Sé que desearías saber el final de mi novela, pero desde que te fuiste… no se cómo continuarlo. Aún así, algún día me pondré las pilas y seguiré escribiendo, porque juré que nunca dejaría de escribir ni de hacer lo que más me gusta. Y no dejaré por la borda todo lo que logramos juntas. Sé que eso no te gustaría. Seguiré luchando, esta vez con los parientes y amigos que me quedan. Y también procuraré mejorar y ser cada día una buena hija, así como siempre quisiste que sea.

No sé si verás la carta que te he escrito. Seguro que sí. Solo espero saber en dónde te encuentras, o verte en algún momento en este mundo… o en otro… sé que en el fondo de mi corazón, volveré a verte otra vez. Te vi en sueños, por eso estoy segura de que volveré a verte.

Y para terminar esta carta, pondré al final una poesía que encontré, que es muy linda y que de seguro te va a gustar.

Sólo el amor de una madre

Sólo el amor de una Madre apoyará,
cuando todo el mundo deja de hacerlo.

Sólo el amor de una Madre confiará,
cuando nadie otro cree.

Sólo el amor de una Madre perdonará,
cuando ninguno otro entenderá.

Sólo el amor de una Madre honrará,
no importa en qué pruebas haz estado.

Sólo el amor de una Madre resistirá,
por cualquier tiempo de prueba.

No hay ningún otro amor terrenal,
más grande que el de una Madre.

Y así termino mi carta… no con un adiós… sino con un ¡Hasta luego!

domingo, 15 de junio de 2008

Melancolía de la gitana

Ahí está, la gitana que nunca nadie la vio sonreír. Siempre la veo ahí, en su pequeña carpa, haciendo su trabajo de gitana. No sonríe, es muy callada. Siempre veo en sus ojos esa tristeza infinita, razón por la cual da a entender que no tiene vida, no tiene felicidad.

Lo único que sabe predecir son noticias malas, desastres, catástrofes. Nunca falla en ninguna de sus predicciones, por eso es muy recomendada. Yo jamás me atreví a mirarla, porque no quiero que sepa cuál sería mi futuro en la vida.

Una oscura noche de luna llena, la vi salir de su tienda y caminar hacia una arboleda. La seguí por pura curiosidad, y también porque algo en ella me atraía. ¿Qué motivo tan urgente la llevó a abandonar su tienda, que es su único hogar?

A pesar del ruido que hacía al caminar entre las hojas, ella no parecía darse cuenta de mi presencia. Hasta su forma de andar era de una persona triste y deprimida.

¿Por qué me intriga tanto esa gitana? No nos parecemos en nada. Yo soy alegre y me gusta compartir mi alegría con los demás. Ella solo comparte su tristeza y sus malos augurios. Hasta para hacer regresiones de vidas pasadas es buena en mostrar solo lo malo. Lo sé porque una vez, dos amigas terminaron con su amistad cuando la gitana les reveló que, en sus vidas pasadas, fueron enemigas.

Estaba lejos de la gitana pero, aún así, le seguí el rastro hasta llegar a una pequeña cascada.

La gitana se metió en el agua del pequeño arroyo que brillaba con la luz de la luna. Parecía no importarle sus ropas mojadas. Me quedé escondida detrás de un árbol, para ver lo que haría a continuación.

De la cascada, apareció un anciano de barba plateada y con un hábito de monje. Llevaba en sus hombros un pequeño bulto, que parecía pesarle.

No pude escuchar bien de qué hablaban, pero creo que la gitana dijo algo como “¿Lo has traído?”, mientras el anciano afirmaba con la cabeza a su pregunta.

El ruido de la cascada era muy fuerte y, en esos momentos, un lobo aulló de pena. Pero aún así, no salí de mi lugar. Seguí espiando a ver qué pasaba o qué ocurriría.

El anciano le mostró el bulto y lo abrió. La gitana sacó de ahí un cofre de madera, o eso me pareció ver. Los dos, entonces, empezaron a pronunciar algo así como un conjuro, que no pude escucharlo bien por culpa de los ruidos de la naturaleza nocturna.

Después de pronunciar las palabras, la gitana abrió el cofre y, de ahí, salió el alma de una persona. Era una especie de luz blanca y pálida, que estaba vibrando con mucha intensidad, como si fuera que por fin salía de su encarcelamiento.

Y, en esos momentos, parecía que la naturaleza se apiadó de mí, porque el aullido del lobo se esfumó y la cascada empezó a caer con menos intensidad.

Así pude escuchar claramente lo que decían.

- ¿Por qué quieres liberarla?- le preguntó el anciano a la gitana.

- Demasiadas tragedias he cometido- contestó la gitana, con su misma voz melancólica de siempre- he dañado al alma de esta niña, cuyos parientes, amigos y conocidos se olvidaron de ella luego de su muerte. Si bien, su alma igual se liberará cuando sus padres descubran la manera de recordarla. Pero ya pasaron tres meses. Es demasiado para el alma de una niña.

- Pero todavía le queda un año para liberarse. Un trato es un trato. Lo prometiste.

- ¿Y tú prometes que la liberarás, tan pronto como sus padres se acuerden de ella?

- Yo nunca rompo mis promesas.

Los dos se quedaron callados por un momento. La cascada volvió a caer con mucha intensidad y yo sentí la necesidad de volver a casa. Ya no tenía nada más que ver.

Días después, el mismo anciano que vi en la cascada apareció frente a la tienda de la gitana. Ahí ya no tenía más posibilidades de espiar.

Sin embargo, no estuvo por mucho tiempo.

Enseguida salió de la tienda y, quien sabe, de seguro volvió a la cascada de donde reside.

Luego de que se fuera el anciano, me armé de valor y, por primera vez en la vida, entré en la tienda de la gitana.

Nunca había estado tan cerca de ella y, la verdad, me dio escalofríos. Era una mujer que parecía que perdió la alegría para siempre, convirtiéndose en una especie de muerta viviente que todavía respiraba, comía y dormía.

- Es la primera vez que nos encontramos cara a cara- me dijo la gitana, con una media sonrisa que le agregó más tristeza a su rostro.

Me aclaré la garganta y le confesé que la había estado espiando, cuando la vi rogarle al anciano que liberara el alma de una persona. Después de eso, le pregunté el porqué ocurrió esa tragedia, porqué no hizo nada para impedirlo.

La gitana, con su melancólica voz, me explicó de esta manera:

- Conocí a esa niña cuando vivía y pude ver su futuro. Sería un tormento para ella, pero no quería amargarle con eso. Pero entonces, vi otro futuro, en la que ella se salvaba de su trágico destino con la muerte. Así que formulé un hechizo. Si funcionaba, el alma de esa niña se liberaría de este mundo. Pero luego de su muerte, las cosas se complicaron y me arrepiento por lo que hice. Creí haberlo hecho bien, pero empeoré las cosas. Por algo me dicen la gitana de los malos augurios, la melancólica gitana.

Y mientras decía todo eso, empezó a llorar. Entonces me acerqué a ella y traté de contagiarle mi felicidad para su propia alma. Pero ella me rechazó y dijo:

- Tienes en tu corazón la felicidad interior. Úsalo cuando quieras, pero no conmigo. O te destruiré la vida. Vete ahora y déjame sola con mis penas.

Y ahí está, aquella gitana con quien solo intercambié conversación alguna aquel día. Logré alegrar a todos los que conozco, pero no a ella. No entiendo el porqué quiere sufrir, el porqué no quiere saber lo que es la felicidad. Tengo tantas ganas de acercarme a ella para consolarla, pero una especie de barrera invisible nos separa.

Pero… ¡Algo cambió en ella! Después de aquella conversación que tuvimos, cada atardecer sale de su tienda y observa cómo el sol se oculta entre la copa de los árboles. Tal vez esté esperando a que el anciano deje ir al alma que está en sus manos, o tal vez espera ver que el alma de esa criatura se marche de este mundo, en busca de aquel lugar al que creemos que van los muertos.

Y ahora, en este atardecer, mientras escribo esta historia, veo a la gitana en todo su triste panorama, como si un aura de penas y tristeza la cubrieran por completo.

Sí, lo sé. Con ella, los atardeceres son los más tristes que uno podría ver. Supongo que cuando termine de ocultarse el sol, ella entrará en su tienda y no saldrá de ahí hasta que se escuchen los primeros cantos del gallo. Y en cada noche, mientras estoy en mi cama, pienso en ella y en su tristeza, deseando que algún día descubriese que existe aquella palabra mágica y hermosa llamada felicidad, y que si no quiere arruinar la vida de otros, que trate de no predecir malos futuros y busque en lo más profundo de su corazón la alegría de poder vivir y soñar.

viernes, 30 de mayo de 2008

Canción para mi mejor amiga.



Somos tú y yo,

Juntas por siempre

Y para siempre,

En este recuerdo

Que llevo conmigo

En mi corazón.

Nuestra amistad

Siempre durará

A pesar de las cosas

Que pasen en la vida.

Nuestra amistad

Fuerte será,

Cuando las dificultades

Nos quieren aplastar.

Espero que sea así,

Que no nos separemos

Ni seamos enemigas,

Porque te quiero

Como buena amiga sos,

Siempre me acompañas

Y me aconsejas en

Todo momento,

Cuando te necesito.

Si tienes problemas,

O algo que ocultar,

Cuéntamelo a mi,

Yo te ayudaré,

Y de tus secretos,

Jamás los divulgaré,

Haré como si fuera

Que nunca los escuché.

Somos tú y yo,

En este recuerdo

Que llevo conmigo

En mi corazón.

Juntas para siempre

Y por siempre

Hasta el final.

Ser querido


Ahí te veo,

Eres mi ser querido.

Te he extrañado,

No te vayas más.

Ven aquí,

Mi ser querido,

Te leeré un poema,

Y te cantaré una canción.

Ahí te veo,

Junto a mi ventana.

Mi ser querido

Un regalo me dio.

Lo abro con emoción,

Sin decir sí ni no.

Y al ver mi regalo,

Mi emoción se agrandó.

Era un corazón,

Lleno de amor.

Mi ser querido,

A mi me lo dio.

La niña de la foto.


La niña de la foto,

Sonríe sin cesar,

Con sus ojitos dulces,

Alegres y hermosos.

La niña de la foto,

En el cielo estará,

Ya que un accidente,

La obligó a salir de aquí.

La niña de la foto,

Con su amiga estará,

Que es un lindo angelito,

Para juntas poder volar.

Fiesta de gala.


La fiesta de gala,

Viene toda empaquetada,

Con un sombrero

De tela cara.

El zapato es de oro,

De esa princesa encantada,

Su vestido es de cristal,

Y sus joyas son de diamantes,

Caras por el montón.

Ahí viene el príncipe,

Con su espada de plata.

Tiene traje fino,

Sin ningún cortecito.

Vienen más y más,

Damiselas en gala,

Sus vestidos caros son,

De oro sus joyas son.

Y los galanes,

Acompañan a las damas,

Que están todas encantadas,

De la fiesta de gala,

Que ha organizado Clara,

La reina de Aragón,

La esposa del rey Gastón.

Guardián de mi hogar.


Yo tengo un guardían,

Que protege mi hogar,

Sin ninguna arma

Para no matar.

Vigila mi hogar,

Con luz celestial,

Y espanta a los ladrones,

Con rayos de piedad.

Toda la familia,

Muy protegida está,

Gracias al guardián,

Que nos protege sin cesar.

No le damos dinero

Para que nos proteja,

Él nos ha dicho,

Que no quiere dinero,

Solo con bondad,

Fe y felicidad

Podemos pagarle

Sus horas de protección,

Que Dios lo encomendó.

Y así este guardián,

Protege nuestro hogar,

Y toda la familia

Muy agradecida está.

La danza del ángel


Ahí viene el ángel

con su vestido de seda,

que es blanca, muy blanca,

no tiene ninguna suciedad.

Sus cabellos son de oro,

su piel suave es.

Y sus pies son ligeros

que se mueven ágilmente,

al bailar una danza

a menos una vez.

Los movimientos que hace,

son suaves y hermosos.

Vean la danza del ángel,

no se lo pueden perder.

Ese ángel baila,

haciendo que su aura

brille más y más.

El ángel baila

en honor a Dios,

con sus finos movimientos

de un ángel de luz.

Finaliza el baile

con un elegante paso,

mientras que sus ropas

vuelan con el viento,

mostrando la pureza y gloria,

que solo un ángel puede tener.

Encuentro amoroso (Con una imagen)


Un encuentro amoroso,

En una mañana ocurrió,

Cuando Doña Clarita,

Con don Antonio se encontró.

Era una tarde primaveral,

En una plaza pequeña,

Cupido pasó por ahí,

Y al verlos pasar,

Una flecha les lanzó,

Y los unió el amor.

Ese encuentro amoroso,

Fue hermoso en verdad.

domingo, 4 de mayo de 2008

Otro dibujo a lápiz carbón

A continuación, mostraré un nuevo dibujo que hice a lápiz. No salió bien porque le saqué una foto y estaba un poco oscuro. Pero espero que les guste


viernes, 2 de mayo de 2008

La vida de la eternidad

Vida eterna... como si no tuviese etapas en las que uno cambia su alma.
Vida eterna... como si la muerte fuese una mera invención que nos incrustaron en el subconsiente.
Vida eterna... como si nada cambiara y siempre existiera lo único que se vive o se conoce.
Vida eterna... como si la evolución no formara parte de su entorno vital.
Vida eterna... existe, pero no es como nos la describieron o nos la enseñaron.
Es una vida que todos llevamos. Solo que parece tener final porque, a lo largo de la evolución del alma, uno se transforma y se convierte en otro, aunque su vida sigue latente, como el universo se extiende más allá de nuestras limitadas mentes.

miércoles, 23 de abril de 2008

Confesiones de gatos

ESTO LO ESCRIBI A MIS MAS TIERNOS CATORCE AÑOS DE EXISTENCIA. REALMENTE, COMO ESTOY TAN NOSTÁLGICA, EMPIEZO A POSTEAR TODO AQUELLO QUE ESCRIBÍ CUANDO ERA MÁS JOVEN, AUNQUE ALGUNAS ME PARECEN CUALQUIER COSA XD
BUENO, ESPERO QUE LES GUSTE ;)

Confesiones de gatos.

Soy un gato de la calle,
Y me gusta mucho trepar
Por todas las paredes
Que posee la ciudad.
Hay un montón de delicias,
Dentro de un basurero,
Pero siempre estoy en peligro
De que me persiga un perro.

Soy un gato de raza,
Y vivo en una hermosa casa,
Mi dueña es muy rica,
Y me da siempre comida fina.
Tengo hasta hermosos vestidos,
Y un collar con mi nombre.
Me peinan hasta estar prolija,
Y duermo en camas de seda fina.

Soy un gato común,
Pero un gato criado por alguien,
Como todas las sobras
Que me tiran después de comer.
Suelo cazar ratones,
Y a veces algunos pajaritos,
Y todos los niños
Me sacan mis bigotitos
Dejándome peladito.

Soy un gato en una jaula,
Donde hay muchos animales más.
Estoy esperando que alguien,
Me libere y me cuide.
Me dan comida en un plato,
Y leche en un potecito.
Cómo desearía que abrieran
Esta jaula de prisioneros.

Soy un gato salvaje,
Mi hogar es la jungla.
Soy más rápido que el viento,
Y todos me creen doméstico.
Como todo lo que encuentro,
Y cazo todo lo que como.
Soy el que más poco hay,
Porque me estoy extinguiendo.

Soy un gato abandonado,
Tenía dueño, pero me tiraron,
Lejos de su hogar
Para no volver jamás.
Estoy muy triste
Por el destino que llevo,
Y espero que algún corazón bueno,
Me acoja en su cariño,
Y me de comida rica
Con agüita fresca.

Soy un gato macho,
Paseo cada rato,
A buscar alguna hembra
Para que sea mi pareja.
Y si viene otro como yo,
Que quiere conquistar mi hembra,
Le araño toda su cara,
Y le echo a patadas.

Soy una gata hembra,
Y mucha gente me deja,
Porque dejo muchos hijos.
Siempre que veo un gato,
Apuesto y hermoso,
Empiezo a maullar
Y a llamarlo sin parar.

A pesar de estas diferencias
Que todos los gatos tienen,
Todos tienen algo en común:
Son felinos,
Y no lo podrán negar.

domingo, 20 de abril de 2008

El bote perdido

Se perdió mi bote,

Se perdió mi vida,

Ahí, viajaban conmigo,

Todas mis cositas.

El bote era mi hogar,

En donde iba a descansar

En alta mar, creas o no.

Pero por una tormenta

Mi bote se fue,

Llevando la vida

Que tenía en él.

Ya no se qué hacer,

Sin mi adorado bote,

Mi amigo de viajes

Que me llevaba junto a usted.

Quiero buscarlo,

Viajar por todo el mar,

Mi bote debe estar

En cualquier lugar.

Y si fue despedazado

En trocitos pequeños,

Yo encontraré esos trozos,

Y en una tumba los llevaré.

Se perdió mi bote,

Se perdió mi vida,

Ahí, viajaban conmigo

Todas mis cositas.

Quiero ver mi bote,

Que me traiga un postre

Traído de alta mar,

Y que traiga mucha paz.

Los siete mares me

Esperan con fervor,

Ya que saben de

Mi bote extraviado,

Que lo tendrán acorralado,

Las fieras del mar,

En una jaula de coral.

Pero al final, al final,

Lo encontraré,

Y volveremos a viajar

Sin separarnos jamás.