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Esta página fue creada para mostrar algunos cuentos, reflexiones, poemas y dibujos que hice a lo largo de los años. Si tienen dudas o sugerencias, por favor escribanme a mi mail Solestelar@gmail.com e intentaré responder sus mensajes. Desde ya, gracias por visitar el blog ^^

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lunes, 12 de abril de 2010

Algunos aspectos que no debes olvidar en los viajes

• Lleva papel higiénico, por si las urgencias. Uno nunca sabe lo que puede haber en los baños públicos.



• Guarda tu dinero en un bolsillo seguro, a no ser que quieras tener “sorpresitas” a la hora de la verdad.



• Rotula tu valija o equipaje con tu nombre. O ponele un símbolo. Siempre habrá alguien que confunda sus cosas con las tuyas.



• Por más que sea verano, igual lleva una campera con capucha. Uno nunca sabe lo que pasará con el clima a última hora.



• Y por último, y no menos importante, llevar siempre la valija no tan llena, porque nunca sabes lo que puedes comprar y porque la mitad de lo que llevas en los viajes, al final no te sirven de nada.

La flor de alambre

Era extraño. De todas las flores que la joven veía en el jardín de su casa, una le parecía desconocida: era una flor pequeña hecha de alambre. Siempre había plantado todas las flores existentes: violetas, claveles, rosas, margaritas, jazmines… pero no recordaba haber plantado esa flor de alambre. Estaba ahí, incrustada en la tierra y totalmente recta. Era pequeña y, frente a todas las flores, ésta parecía insignificante y fea. Pero a la joven le gustó esa flor. De hecho, recordó que hacia algún tiempo, un vendedor de pulseras de hilo le hizo uno doblando una tira de alambre. También era pequeña la flor, cuyos pétalos formaban una estrella y en un extremo del alambre estaba doblado en forma de espiral para poner incienso. Y como la joven le puso incienso con aroma a flores, esa flor de alambre parecía tener siempre aroma natural. Le puso como nombre “la flor de los inciensos”. Y ahora tenía otra flor de alambre que creció en el jardín, solo que no se la dio ningún vendedor de pulseras ni nadie. Creció solito como crecen las hierbas. Y se veía igual que la flor incienso, solo que no tenía como para poner incienso en su costado. Se le ocurrió imaginar que, en realidad, existen esa clase de flores y que están muy bien escondidas entre las plantas. Con ese pensamiento, concluyó que los regalos que Dios da a las personas son extraños y maravillosos y que, de alguna manera, había que resguardarlos de la destrucción y del olvido.

Después del título, viene el subtítulo

Camino a la facultad, pienso en cuantos millones de años se tardó la Tierra en tener vida, para tardar en morir en cuestión de minutos. Los seres vivos son frágiles, incluyendo a seres humanos. Me imagino que por un pequeño accidente o situación, dejare de respirar. Cuando salgo de casa y cruzo la calle, me doy cuenta de que si calculo mal, un vehículo puede arrollarme fácilmente. Cuando entro en el colectivo, me imagino que si se vuelca o choca contra otro colectivo o edificio, sentiría el peso de la gente junto con los vidrios rotos y los golpes de los barrotes de metal. Y si no muero ahí, moriría fácilmente en el hospital por no llegar a tiempo. Si me asaltan en la calle o en el colectivo, el delincuente podría fácilmente dispararme o clavarme su cuchillo solo porque no tengo dinero suficiente para darle. De tantas formas puedo morirme, ya sea por intoxicarme con la comida, o porque se me cayó algún objeto pesado encima, o por tocar algún cable pelado… si, lo sé. Con todo esto aún me extraño cómo la gente no es tan paranoica y no vive encerrada en sus casas. Todos tienen miedo a la muerte, pero muy pocos piensan tanto en eso. El miedo es algo que nos hiela, es un mecanismo de defensa para sobrevivir. Sin el miedo, la humanidad ya hace rato se habría extinguido. El que diga que no siente miedo y mire a ambos lados antes de cruzar la calle, es un mentiroso. Aún así, con todos esos peligros, prefiero salir de casa y seguir caminando. No vale la pena ocultarse de la muerte, porque la muerte siempre nos encontrará. Por lo tanto, debemos convivir con eso y salir, trabajar, estudiar, pelear… todo lo que el ser humano hace durante su existencia. De todas maneras, si no salimos en el diario en la sección “Sociales”, saldremos en la sección de “Fúnebres”. Con esto, ya seremos historia.