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sábado, 28 de julio de 2012

Conciencia de peligro

NOTA: Historia escrita hace muuucho tiempo, allá por el 2007. Aún así, espero les guste XD 




El viento solo era una ligera brisa, que acariciaba los hermosos cabellos dorados de la princesa del bosque.
Hubo una gran tormenta, que amenazaba con echar al mundo, pero los fuertes árboles gruesos protegieron a todas las criaturas que se encontraban en el bosque.
La princesa estaba en un árbol, junto a unos pájaros carpinteros y horneros que le hicieron un refugio para protegerla, porque si ella moría sin descendencia, el bosque correría peligro de acabarse, y todos los seres vivos morirían, y eso sería el fin del mundo, que todos los humanos hablan con cierto temor y cierta indiferencia.
-          su alteza. ¿Se encuentra bien?- le preguntó un pitogue.
-          Si, estoy bien y feliz de que ninguna criatura este herida por esta tormenta.
La princesa tenía los cabellos largos, hasta los talones. Sus ojos eran de color verde agua, parecido al mar, como muchas aves migratorias le habían dicho. Sus vestidos se confundían mucho con las hojas de los árboles y sus troncos o la tierra, ya que podía camuflarse, igual que una iguana o algunos bichos, y el camaleón. Ella era un gran espíritu del bosque, que lo mantenía con vida por largo tiempo. Claro que tenía un límite de tiempo, y antes de morir, tenía que dejar un descendiente, que siguiera con su tarea.
La princesa caminó por la alfombra de hojas y ramas, que cayeron durante la tormenta. Solo vigilaba si no había ningún ser herido, o algo así.
Lo único que vio fue un jaguareté bebé, que perdió a su mamá. La princesa sabía que si una criatura bebé perdía a sus padres, o eran adoptados por su misma especie, o morían. Por suerte, logró encontrar a otro jaguareté, y ella le crió a ese bebé.
 Volvió a pasearse, para ver cómo estaban los demás. Como era un espíritu, podía multiplicarse, e ir a todos los rincones del bosque y explorarlo todo. Sabía las leyes de la naturaleza, para hacer que el bosque nunca muera.
Luego de resolver ciertos problemas, se dio cuenta de que aparecían otros más graves: los humanos estaban cortando árboles.
Al principio, los humanos vivían en el bosque, ahí formaban sus imperios, y gobernaban sobre los otros animales. Solo que como eran tan débiles, empezaron a caer en el pecado, y destruirlo todo. Por eso, empezaron a construir sus civilizaciones fuera de los bosques, y olvidando que no podían acabarse, o morirían, cortaron todos sus árboles.
-          princesa- le dijo un guacamayo- los humanos aparecieron otra vez, y cortaron muchos árboles.
-          ¿Cuántos ya han cortado?- dijo la princesa.
-          Como unos 200 árboles.
-          Si esto sigue así, ya no quedarán más bosques.
-          ¿Y qué haremos?
La princesa pensó por un momento. Le habían dicho que la mayoría de los humanos eran malvados, pero también estaban los buenos. Debía hacer algo para decirles a los humanos buenos que paren a los malos y así el bosque no se destruiría.
De repente, sintió como si fuera que un puñal clavara su corazón. Cuando era joven, le habían dicho que cuando el bosque estaba completamente dañado, sentiría como si alguien le clavara su corazón.
La princesa se agarró el pecho con las dos manos. No podía respirar.
Todos los animales se fueron a ver qué le pasaba a la princesa.
Se había desmayado, y todos se asustaron por eso.
Hubo gritos de pájaros, no muy lejos de ahí. Se cayó un árbol, ya se podía oír bien claro el sonido de las máquinas, que los humanos utilizaban para destruirlo todo.
Entonces, apareció el caballero de los árboles, que es un espíritu encargado de hacer crecer los árboles, lo bastante fuertes para proteger a todos.
-          ¿Qué está pasando, caballero de los árboles?- le preguntaron los animales.
-          Los humanos han cambiado. Ya no temen al bosque, y han creado cosas horripilantes. Mi poder no puede detenerlos- les dijo el caballero.
-          ¿Y qué haremos?- dijo un carpintero.
-          Enviaré a las aves migratorias a que avisen a todos los espíritus sobre este problema, aunque ya lo sabrán, por supuesto. Se convocará una reunión, es una orden de Naturaleza.
Estas palabras pasaron de boca en boca de cada animal que había en el mundo. Lo supo desde la hormiguita hasta el elefante, desde el surubí hasta la ballena azul, desde el colibrí hasta el águila. Todos estaban concientes de este problema, y todos estaban muy preocupados por esto.
La princesa del bosque se despertó. Estaba cubierta de hojas y dentro de una cueva de conejos y liebres.
-          ¿Se siente bien, princesa?- le preguntó una paloma, que la vino a visitar por casualidad.
-          No, mi corazón me duele. El bosque se está acabando- dijo la princesa, muy triste.
-          Todos los espíritus harán una reunión- dijo una liebre.
-          Debo ir, todos estarán ahí. Les contaré mi problema, y la solución que tengo. Se me acaba de ocurrir una idea.
Salió de la cueva, y empezó a caminar. Sus cabellos volaron otra vez con el viento, y todos se dieron cuenta que el color dorado estaba cambiando poco a poco en un blanco muy brillante. Eso quiere decir que ya le faltaba poco, y que tenía que buscar una descendencia antes de morir.
Llegó a la reunión, y vio que todos estaban ahí, tan preocupados por el problema que había. Formaron un gran círculo, y en el centro se encontraba Madre Naturaleza. Se la veía muy enferma y arrugada. Era muy linda antes, pero el hombre la hirió gravemente que empezó a enfermar, y a atacar con brutalidad a todo lo que se interponía en su camino.
-          bienvenidos sean todos- dijo Naturaleza- los he llamado porque el hombre está destruyendo los bosques. Ya no se acuerda de lo importantes que eran, y durante todos estos tiempos habían evolucionado tanto en maldad que solo les importa sus propias vidas.
Todos afirmaron con la cabeza, y no pudieron evitar una cara de preocupación por la salud de Naturaleza.
-          el día en que el ser humano acabe con el último árbol que queda, moriré- volvió a decir Naturaleza, y todos se asustaron mucho- necesito planes para que no se mueran los bosques, para que no se destruya el planeta, porque en cualquier momento, y ya estoy comenzando ahora, trataré de defenderme matando a los humanos.
Apareció un alboroto en la reunión. Todos querían dar sus ideas, pero como lo hacían al mismo tiempo, nadie sabía ni siquiera lo que trataba de decir la persona que estaba a su lado.
La princesa del bosque se paró, y todos callaron, porque sabían que era el espíritu más importante que tenía Madre Naturaleza. Se le acabó de ocurrir un plan, e iba a decírselo a todos, y sabía que todos lo aprobarían, porque era la única esperanza que había para salvar la Tierra y sus seres que habitan en ella.
Dijo su plan, y todos escucharon con mucha atención. Cuando terminó de explicar, hubo un murmullo en todo el lugar.
La Madre Naturaleza la miró, y dijo que le parecía un gran plan, y que esperaba que tuviese buenos resultados.
-          ¿Cuándo puedo comenzar?- dijo la princesa del bosque.
-          Si comienzas ahora, será mucho mejor- dijo Naturaleza.
Entonces, la princesa suspiró, y de su boca salieron un montón de pequeños espíritus. Eran redondos, brillantes y blancos, y empezaron a volar por todas partes, mientras que los presentes los miraban con sorpresa.
-          estos espíritus son “conciencia de peligro”- explicó la princesa del bosque- y solo algunos humanos pueden poseerla.
Las conciencias de peligro se dispersaron por todas partes, y luego desaparecieron. De seguro, están en distintos puntos del planeta, haciendo que la gente tomara conciencia del peligro en que estaba la humanidad.
La princesa del bosque se desmayó. Ya le faltaba poco para que muriera.
De su pecho, apareció una esfera rosada. Esa esfera empezó a tomar forma, y se transformo en una princesa del bosque, era igual que la otra, solo que era como una niña.
-          esta es mi descendencia- dijo la princesa, al ver a la niña- ella será la princesa del bosque, aunque ahora, su vida será bastante más difícil a partir de hoy- expiró y desapareció.
La Madre Naturaleza agarró a la niña, y le dijo algo al oído. Todos sabían que ella hacía eso cuando una nueva princesa del bosque aparecía.
Nunca se sabía lo que le decía, pero la princesa adoptaba una expresión de comprender lo que le decía, y luego se despedía de la Madre Naturaleza con una reverencia.
Todos los espíritus del bosque, los animales y las plantas se enteraron que apareció una nueva princesa del bosque, y que su vida sería más dura, ahora que los humanos están destruyendo el bosque.
Solo quedaba la última esperanza de la antigua princesa, el plan que salvaría al planeta entero de la destrucción total. 

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