Cabizbaja. Pensativa. Meditabunda. Así encontré un día a la tristeza.
No lloraba. Era poco demostrativa.
Simplemente movía su cabeza a cada pregunta que le hacía.
"¿Te sientes bien?" (Movimiento de arriba abajo)
"¿Te duele algo?" (Movimiento de izquierda a derecha)
"¿Extrañas a alguien?" (Movimiento de arriba abajo)
"¿Necesitas ayuda?" (Movimiento de izquierda a derecha)
Espero que algún día mire hacia el cielo. Se ría de sí misma y de su propia desdicha.
O que llore a gritos y se desgarre las vestiduras.
Así la tristeza amortiguará aquella molestosa agonía.
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