Dura desde hace tiempo la indiferencia
De las olas del mar.
El viento intenta moverlas, pero
No les pertenecen.
Que esté ahí,
O en un campanario,
En una rueda
O en una hoja,
Les importa poco.
Tiene que soplar
Incluso convertido en tempestad
O borrasca.
Pero a las olas
No les importa.
Por esa indiferencia,
Va hacia un sitio de
Paz,
De perfecta calma,
Donde dejará de ser
Viento
Y estará tranquilo.
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