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Esta página fue creada para mostrar algunos cuentos, reflexiones, poemas y dibujos que hice a lo largo de los años. Si tienen dudas o sugerencias, por favor escribanme a mi mail Solestelar@gmail.com e intentaré responder sus mensajes. Desde ya, gracias por visitar el blog ^^

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viernes, 22 de julio de 2011

Borrachera

Ya era la séptima latita de cerveza que se estaba bebiendo. Aún así, no era suficiente para Ernesto. Por lo tanto, abrió la heladera y tomó la última lata que le quedaba.
Mientras bebía, una chica se acercó lentamente a él. Ernesto no la veía, dado que le daba la espalda. Pero pudo sentir su presencia. Enseguida dejó de beber.
- ¿Aún seguís bebiendo?- le dijo la chica.
- ¿Y qué querés que haga?- le contestó Ernesto, sin tener energías para darse la vuelta y mirarla- es lo único que me calma.
La joven rodeó a Ernesto y se puso frente a él. Ambos se miraron fíjamente, hasta que Ernesto no aguantó más y desvió la mirada.
- Ya no aguanto verte así- le dijo la chica, con una voz neutra y calmada- Si pudiera, te ayudaría. Pero no puedo acercarme ni tocarte.
- Y entonces... ¿Qué haces aquí?
- Escuché tu voz. Me llamabas. Por eso vine.
Ernesto levantó la cabeza y la miró. Era su hija, lo sabía. Tenía el mismo peinado de siempre y podía ver, claramente, la gruesa línea roja que rodeaba su cuello, como una gargantilla. De la línea roja salía gotitas de sangre, pero eso ya no lo afectaba como antes.
- ¿Aún te duele?- le preguntó Ernesto a su hija, por la herida.
- Ya no- le dijo la chica- desde que metí la cabeza en aquella gillotina, creyendo que no pasaría nada, ya no siento dolor alguno.
- Nunca debí llevarte a ese lugar. Hubieras estado en la universidad a estas alturas.
- Y tú no habrías perdido el empleo ni beber hasta emborracharte.
Los dos bajaron la cabeza. Al final, no sabían quién sufría más en esta situación, si el vivo o la muerta.
- Debo irme. Llegó mi hora- dijo la chica.
Le dio la espalda y atravezó la pared. Ernesto, al encontrarse solo, miró la cerveza que no terminó de beber. Lo arrojó a un rincón y se fue a dormir.

domingo, 3 de julio de 2011

Desde que la primera nave extraterrestre cayo a la tierra, los diversos lideres del mundo empezaron a interesarse por querer conquistar otros planetas. Disecaron cadaveres alienigenas y, a los sobrevivientes, les hicieron diversos examenes medicos y experimentos para "conocerlos mejor". En las naves encontraron diversos aparatos tecnologicos de gran complejidad y tambien empezaron a estudiarlos.
Tiempo despues, cuando lograron descifrar gran parte de esos aparatos, mandaron a crear las modernas computadoras, telefonos celulares, automoviles, trenes, e incluso aviones sotisficados. Con esos avances tecnologicos, la poblacion mundial fue hipnotizada dia a dia con cada nueva creacion, de manera a que dejaron de interezarse por los avances tecnologicos y cientificos por considerarlos normales.
Hoy en dia, los mandatarios, con ayuda de algunos militares, siguen estudiando a los extraterrestres sobrevivientes. Ellos ya aprendieron a hablar los diversos idiomas terricolas, pero aun se niegan a dar informacion sobre su planeta de origen. Solo dijeron que se encontraba tan lejos, que con nuestras naves actuales tardariamos mas de mil años en llegar.
Pero no todos los sobrevivientes se sometieron a las leyes militares. Algunos lograron escapar y, en vez de contactar con los suyos, empezaron a publicar fotos y grabaciones de los experimentos que se hacian secretamente bajo la mirada de los gobiernos. Por supuesto, enseguida los militares calificaron de fraude esas informaciones. Aun asi, hubieron personas que si creyeron y, a pesar de que no recibian el apoyo de sus hermanos terricolas, si recibian el apoyo y la aprobacion de los "hermanos del exterior", dado que todos coincidian en un punto importante: sean o no nacidos de este planeta, todos son seres humanos con derechos y obligaciones.

Continuara...

sábado, 2 de julio de 2011

Como un sueño

La niña de cabellos largos y ojos brillantes iba caminando por el bosque. No estaba perdida, aunque tampoco sabía bien hacia dónde se dirigía. Solo seguía a una mariposa de alas verdes y negras. Tampoco sabía el porqué la seguía. Solo caminaba.
La mariposa dejó de volar y se posó encima de unos matorrales. La pequeña, entonces, pasó por entre las plantas y llegó a un hermoso claro. Ahí, vio una mansión de paredes blancas y, enfrente, estaba una mujer de cabellos cortos y enrulados, que estaba mirando el cielo.
La niña, entonces, se acercó a la mujer y le preguntó qué miraba. La mujer señaló hacia arriba y le mostró algo sorprendente: un cielo casi blanco, con tres soles a lo alto y un cuarto sol que salía en el horizonte.
La niña, entonces, empezó a llorar. La mujer le preguntó qué le pasaba y la niña le dijo:
- Me abandonaste y te fuiste a este hermoso lugar. No sabes cuánto te extraño.
La mujer entonces, se arrodilló hasta la altura de la niña. Le secó las lágrimas con los dedos y le mostró una media sonrisa. Le quería mostrar confianza, seguridad… por las circunstancias de la vida, tuvieron que separarse pero, en esos instantes, tuvieron la oportunidad de verse.
Estuvieron así por un rato, hasta que la niña dejó de llorar. Acarició los cabellos de la mujer mientras que ella acariciaba los suyos.
Entraron en la mansión. Las habitaciones estaban oscuras, pero no tropezaron con mueble alguno. Siguieron caminando, tomadas de las manos, hasta llegar a una pieza cuyas luces estaban prendidas. Solo había una cama enorme y de sábanas de algodón. La niña y la mujer se acostaron, sintiéndose como si flotaran encima de las nubes. Y ya cuando estaban a punto de dormir, la mujer le dijo a la niña:
- Todavía no es tu turno
La niña, entonces, se despidió de la mujer con un beso en la mejilla. Se levantó y, por algún motivo, salió de la ventana y empezó a volar.
Y mientras volaba, la niña vio ciudades, monstruos, gente que conocía y no conocía… tantas cosas vio que dejó de volar y se posó encima del techo de una casa, en donde miró en el cielo unas estrellas multicolores que la sumieron en un sueño largo y profundo.