de alados a humanos

A continuación, mostraré dos dibujos que hice con lápiz carbón. Son dos personas que, de alados, pasan a transformarse en humanos. Espero les guste ;)

La Venus actual

De seguro todos la conocen:


Esa mujer, que representa "El nacimiento de Venus" era el prototipo de belleza femenina de la época.
Un día, me estuve preguntando cuál es el prototipo de belleza femenina actual y, viendo revistas de moda y modelos de los ultimos meses, cree un dibujo representando a cómo se vería Venus en la actualidad:



Un poco exagerado, pero así es como muchas chicas quieren tener sus cinturas.

No quiero ser aguafiestas, pero les diré la verdad: NO existe ninguna persona en este mundo que tenga ese tamaño de cintura. Si vieron esta foto, alguna vez:




les quiero decir que es falsa. Cualquiera que usa corel, o photoshop o cualquier programa de fotos puede saber que la chica fue retocada en la cintura. Aquí está la foto real:



Es dura la realidad, pero... me gusta más la cintura de la última foto XD

El antes y el después....

Antes las cartas de amor eran así:

"Desde aquella primavera en que te vi, supe que
no existe nada más hermoso que tu existir.
Por eso te ruego, mi amada mía,
la dueña de mi vida,
que me demuestres un poco de amor
para aliviar mi adolorido corazón"

etc... etc... etc...

Ahora ya no existen más las cartas. Están los mails y los SMS:

"TQM...
mnsajeam na olua, ni bola m ds"

Antes el arte era esto:



Ahora se convirtió en esto:




¿Vieron cómo evoluciona todo? Estamos en nuevos tiempos, en que todo pasa rápido y, por ende, hay que sintetizar
De seguro, para muchos, este mensaje ya les parecerá muy largo. Es porque ya no hay tiempo ni de leer un buen libro.
Por eso, hoy en día, tiene mucho éxito lo visual y lo extremadamente abreviado.

Aún así, no me pueden negar que la carta de amor citado arriba es más romántico que el mail y SMS. ¿No es así? ;)

Paseando por el mundo de las letras

Te conocí con un libro en la mano, en aquel claro atardecer de un cercano invierno. Hablamos de la teatralidad de Shakespeare, de la magia de Tolkien, de la realidad mágica de García Márquez y de la simpática caballerosidad de Cervantes.
Así, encontramos un montón de letras y pensamientos a lo largo de la conversación. No fueron una, sino dos o tres libros de los cuales hablamos y recordamos. Olvidamos por completo lo oscuro que estaba el ambiente por ocultarse el sol, dado que solo teníamos ojos para nuestra entretenida conversación.
De las historias conocidas, pasamos a inventar otras historias. Nos aventuramos a cambiar unas cuantas, preguntándonos qué pasaría si Quijote no leyera libros de caballería; o si Julieta dejara a Romeo y se quedara con Paris; o si Frodo hubiese preferido que otra persona se llevara el anillo... tantas historias que no fueron contadas porque tal o cual personaje no hizo tal o cual acción, esas historias pasaron a formar parte de nuestra conversación.
Y seguiríamos hablando si no fuese porque ya llegó el amanecer y teníamos que volver a la realidad. Pero, por lo menos, tuvimos la satisfacción de pasear por el mundo de las letras mientras nuestro amor florecía más y más.