Con su colaboración seguiré creciendo. Desde ya muchas gracias^^
Escribiré el primer capítulo de cada novela, así se hará más fácil.
Primera novela: Cerca de mi estrella
En cada anochecer la veo. Es mi estrella. Dirán que es tonto, pero para mí cada estrella es diferente.
Todas las noches sueño que estoy volando, en dirección a mi estrella. Pero cuando estoy a punto de alcanzarla, el sueño termina.
Así como estoy lejos de mi estrella, estoy lejos de alcanzar mi sueño de convertirme en adulta. Hay momentos en que me llegan mis rabietas típicas de la adolescencia y avergüenzo a mis padres enfrente de todos. Cuando me doy cuenta, ya es tarde. Solo queda disculparme o hacer como si no haya ocurrido nada. La mayoría de las veces elijo la segunda opción. Soy demasiado orgullosa como para aceptar mis errores.
Por suerte, ya no soy la de antes. En un año he cambiado un montón. Aparte de estudiar, trabajo y así ayudo con la economía familiar. Todavía no he madurado lo suficiente como para ser totalmente independiente, pero estoy haciendo el intento.
Por ahora, solo me queda seguir adelante para alcanzar mi meta: estar cerca de mi estrella.
Segunda novela: De óleos, acrílicos y másLucía se sentía muy feliz esa mañana, era su primer día de clases. Como trabajaba durante el día, escogió turno noche para estudiar y hacer las tareas.
A pesar de la oposicion de sus amigos y compañeros de colegio, eligió estudiar en una facultad de Arte. Era su sueño ser una artista plástica y, por más que el mundo le diera la espalda en eso, ella decidió vivir por lo que sentía y quería.
Los únicos que la apoyaban eran sus padres y hermanos. eso fue un gran incentivo para seguir adelante con su sueño.
Cuando llegó la hora de ir a la facultad, se sentía muy nerviosa. No sabía cómo le iría en su nueva vida. Le dijeron que en la facultad los profesores no conocian a sus alumnos, las personas eran más individualistas y ella solita tendría que arreglar sus evaluaciones y notas finales. También se preguntaba cómo serían sus compañeros, si haría nuevos amigos y si se llevarían bien. Todo eso se preguntaba mientras iba a la facultad.
Al llegar, le llegó un miedo y no quiso entrar. Había mucha gente, algunos que ya hacía tiempo estudiaban ahí y otros que, como ella, se sentían nerviosos y emocionados por el primer día. Cerca de ella había un muchacho, con cara de nene, que miraba a su alrededor muy nervioso. Quiso acercarse a él para tranquilizarlo, pero no sabía qué decirle. De seguro, ella se veía mucho peor que él.
Por suerte, apareció una de las directoras para guiar a los nuevos alumnos. Era una mujer muy amable y Lucía, al ver que los recibía con una sonrisa materna, se tranquilizó un poco y sintió más confianza para entrar en la facultad y preguntar por su salón de clase.
cuando los nuevos alumnos estuvieron en la clase que les correspondía, llegó la profesora con la que tendrían en la primera hora y los recibió diciendoles:
- Bienvenidos sean todos, a esta hermosa facultad de artes visuales. Yo me llamo Laura y seré su profesora de redacción. Espero que todos nos llevemos bien.
Como primer día de clases, la profesora Laura preguntó a cada uno su nombre y que dijese algo de sí mismo. Algunos eran chicos que recién terminaron el colegio; otros ya eran jóvenes que trabajaban en distintas areas de arte y otros que simplemente no pudieron estudiar y encontraron el mejor momento para empezar, aunque ya fuesen padres o abuelos.
Lucía pertenecía a los que recién terminaron el colegio, al igual que el muchacho con cara de nene, cuyo nombre era Lucas. Aún lo veía un poco nervioso, pero no tanto como estaba hacia unos minutos.
Mientras se presentaban, entraron más personas. Entró también una chica de pelo largo, que no parecía nerviosa ni nada por el estio. Era muy linda y Lucía sintió un poco de envidia por eso. Pero cuando se presentó, se dio cuenta de que era una persona muy agradable y deseó ser la amiga de ella. Su nombre era Clara.
Como ese día tendrían dos clases, éstas estaban divididas por un recreo de diez minutos. a la hora del receso, el director de la facultad llamó a todos los alumnos y dio su discurso de bienvenida. Dijo que estaba muy feliz de ver nuevas caras, así como también de ver caras conocidas, y también dijo que esperaba que este año fuera un año lleno de actividades y eventos y que esperaba mucho tanto de los nuevos como de los viejos alumnos.
Después del discurso, Lucia presintió que tendría un año muy interesante en su primer curso de la facultad.
Tercera novela: Flor muerta
Yo siempre te había amado… pero tu solo querías mi poder. A pesar de todo, esta niña que llevo en mi vientre es producto de nuestro trabajo. Pronto va a nacer, por eso te escribo esta carta. Si tienes un poco de bondad en tu corazón, ven a verla. Ella necesita conocer a su padre. No importa lo oportunista que hayas sido, yo aún creo que eres bueno por dentro. Me robaste un poco de mi poder… y seguirías sacándome todo si yo te permitiera. Por suerte, aún sigo siendo la más fuerte y la que heredará el trono del país de los hechiceros. Por tu egoísmo y soberbia me has perdido. Pero te agradezco los pocos momentos que disfruté contigo y en las que creamos a este nuevo ser que llevará un poco de ambos.
El Señor Boldir arrugó el pergamino con rabia. No entendía cuáles eran las intenciones de esa bruja que, en una discusión, le expulsó de la casa. Ella lo acusaba de oportunista, lo cual por una parte era cierto. Pero nunca se había considerado un egoísta.
- Maldita bruja… si yo fuera egoísta, nunca te habría comprado esos vestidos caros ni esas pociones de lujo gastando así la mitad de mi fortuna. Si hubiese escuchado a mis santos padres, que en paz descansen, ya la habría mandando a la hoguera.
Arrojó el pergamino al suelo y lo pisoteó sin misericordia. Por ella aprendió magia y se convirtió en hechicero, desafiando todas las leyes naturales habidas y por haber. Con eso, tuvo ansias de más poder y trató de que la bruja hechicera le enseñara sus “mágicos secretos”. Como ella era muy astuta, se dio cuenta de las intensiones de su marido y lo alejó de su vida. Verdaderamente, no entendía qué quería la bruja al confesarle que estaba embarazada de él.
- Con razón las mujeres son las mejores aliadas del diablo. Primero nos seducen, luego nos dejan y después quieren que les reconozcamos a sus hijos. Y si son brujas, son mucho peor. Pero bueno, haré lo que ella quiera… ¡pero esa criatura será mía!
Sabia que las mujeres, sean brujas o no, eran más indefensas a la hora de parir. Calculó más o menos cuándo nacería la criatura para mandar una patrulla de soldados para sacarle el bebé en el momento en que diera luz. Como sabía la ubicación exacta y tenía suficiente poder para penetrar en ese lugar, él mismo guiaría a los soldados y ellos harían todo el trabajo.
Cuando llegó el día, explicó a los soldados lo que debían hacer. Al partir, uno de ellos preguntó al Señor Boldir si mataban a la bruja o no.
- No es necesario- dijo Boldir- con su sufrimiento será más que suficiente, dado que preferirá la muerte antes que estar sin su hija.